miércoles, 23 de febrero de 2011

Palma (En 180 carácteres)



Existe un lugar donde se mezclan poesía y urbanismo.


Donde el turismo forma parte del paisaje y el paso del tiempo se confunde con un visitante anónimo que no entiende de razones. Antiguas construcciones arquitectónicas dignas de llamarse maravillas se fusionan con nuevos edificios vacíos de inspiración y la isla se atraviesa con un ferrocarril centenario.

Sólo la calma es capaz de hurtar el nombre a su isla.

La gente aquí no entiende de ríos ni océanos, pero el Mediterráneo rodea la isla abrazando la costa con pasión y, lo que la gente no sabe, es que cada vez que sube o baja la marea, y el viento arrastra el aroma del salitre, mar e ínsula están haciendo el amor.

Al atardecer las olas del mar saborean los últimos rayos del luz y el horizonte absorbe el sol antes de dormir.

Perdura un paisaje que fue capaz de embelesar al mismísimo rey Jaume I que, desde la sierra de Na Burguesa, confesó que era la villa más hermosa que había visto nunca.

Las estrellas en la noche y la nieve en el invierno apenas se dignan a venir. Pero custodiada por un insólito castillo se alza orgullosa Palma, la ciudad que me vio nacer y ha guardado todos mis secretos.

1 comentario:

  1. Hola! No sabia que tenias blog Adri!!! jajaja te agrego al mio vale? ^________^

    Besos!

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