jueves, 15 de septiembre de 2011

Bruc


Foto: "Ricky"
 

El amor no conoce de razas, el amor no conoce de edades, el amor no conoce de especies.

El amor es un sentimiento sin condición, sin reglas ni artificios. Por eso no tiene más límite que el cariño de su portador. Así es como de la misma manera que sentimos amor por nuestra persona más querida o por el mismísimo arte podemos sentir, sin equivalentes, amor por nuestros animales.

Este es el caso de Bruc, un bóxer que acaba de dejarnos recientemente, aunque sólo sea en cuerpo presente. Su dueña y compañera es una de esas personas que con sólo dedicarte unas buenas palabras te alegran el día. Esta chica, muy enamorada de su perro le dedicó una página de Facebook para transmitirle deseos y energía a su afligida mascota cuando no se encontraba bien del todo. En poco tiempo consiguió que más de dos centenares de personas se enamoraran también de él.

Todos pudieron ser testigos de la evolución de Bruc, que luchó contra su enfermedad como un gran campeón, dando ánimos los días malos y celebrando los buenos. Formamos parte de una privilegiada comunidad en la que únicamente se transmitía energía positiva y afecto. Aunque Internet fuera el hilo conductor los buenos pensamientos nacen del corazón y de corazón en corazón nos unimos en un movimiento social del cual aprendimos los valores que sólo los seres puros pueden enseñar.

Foto: Judith Contioso

Unidos hemos compartido alegrías y tristezas, hemos aprendido que siempre hay alguien para escucharnos y comprendido que si un animal es capaz de unir tantos sentimientos de personas tan distantes en un mismo lugar es que el cielo está reservado para ellos.

Todos, cuando miremos al cielo, sabremos que descansa un ángel de cuatro patas y que su manifiesto es el amor que ha sentido y nos ha hecho sentir.

Gracias Bruc, allá donde estés, sé feliz.




Dedicado a Pili Ruiz Sanchez, gracias por contagiarnos tu alegría y ofrecernos siempre buena energía incluso en los peores momentos.