martes, 2 de agosto de 2011

Fábrica de maltratadores


El pasado día 31 pude asistir a la manifestación en contra de las corridas de toros celebrada en Inca.

Desde la plaza del ayuntamiento hasta la misma plaza de toros se llevo a cabo una triste procesión en la que algunos activistas cargaron las tumbas metafóricas de los 6 toros que morirían esa misma tarde. La manifestación, por parte de los manifestantes, se mantuvo en su línea pacifista, reclamando derechos animales y esperando el fin de esta barbarie que no tiene nombre ético ni humano.

"Las corridas de toros es una cosa de España y hay que conservarla" decía un taurino jubilado. Completamente de acuerdo con la opinión de que es una tradición centenaria puedo sugerir el resurgimiento de algunas tradiciones de nuestros ancestros hoy olvidadas como el garrote vil, la quema de brujas (que las hay) y la compra-venta de esclavos.

La sociedad necesita una evolución constante, no hemos de olvidar de donde venimos pero no podemos anclarnos a tradiciones salvajes que incumplan la ética y la moral establecida en nuestra pacífica actualidad. Hemos de conservar la dignidad y la sensibilidad para poder transmitirle pautas correctas a las generaciones venideras.

¿Qué clase de educación moral pueden recibir esos niños que, obligados por sus progenitores, asisten al asesinato de un ser con sentimientos desprotegido?



En Muro unos padre enseñaban a su hijo, menor de 5 años, a realizar un corte de mangas en contra de los antitaurinos y cuando el niño, al que le costaba mucho encajar los dedos, consiguió realizar tan grato insulto le aplaudieron. Tras esa patética actuación sólo puedo decir "¡Bravo!"

Hoy son niños, mañana puede que sean asesinos o maltratadores. Hoy forman parte del colectivo de la inocencia, aunque posiblemente ya la hayan perdido en parte, mañana serán parte de la página de sucesos de los periódicos. Puede que maltraten a sus mascotas, puede que a sus mujeres o con un poco de suerte sólo maltrataran a sus padres... ¿Qué podemos esperar?

Siento vergüenza ajena... y lástima por los infantes.

El perfil del visitante a una plaza de toros es el de una persona violenta, provocadora, inestable... tienen miedo de perder ese fragmento de corrupta sociedad al que llaman "cultura".

Pudimos ser testigo de agresiones verbales y gestuales de gran índole ofensiva y humillante. Incluso una mujer a la que se identificó como "Presidenta de la peña taurina de Muro" agredió físicamente al portavoz de la manifestación que con suma sangre fría y nervios de acero se mantuvo sereno sin contestar ni hacer ademán de defenderse.


"Bella arte del rejoneo" rezaba el cartel. Para añadir un punto de "cultura" especificaremos cuales son las bellas artes: Arquitectura, danza, escultura, música, pintura, literatura y como último lugar el cine. El torero y el rejonero no entran en ninguna de las categorías de bellas artes.

El arte se representa con belleza, con la intención de evocar ideas o emociones. La tauromaquia no puede considerarse "arte" por que no cumple ningún requisito.

Por lo tanto no tiene cabida en el mundo artístico.


Una tradición que no pertenece ni al mundo artístico, ni al ético, ni al moral no tiene cabida en la sociedad moderna ni puede formar parte de ninguna doctrina utópica. Algo que sólo puede traer tristeza y mal merece erradicarse, la historia lo recordará como un capítulo trágico que no debe repetirse y nosotros viviremos para ver su final.

(El vídeo de a continuación fue grabado en la misma corrida por un aficionado, puede [y seguramente lo haga] herir la sensibilidad de quien lo vea.)





Sed felices... hay criaturas que no han tenido la oportunidad de serlo.

1 comentario:

  1. Yo también estuve en ambas protestas y, de verdad, fue deleznable, horroroso. Cuesta mucho aguantarse y tener sangre fría ahí fuera mientras sabemos que dentro pasa lo que pasa.

    Buen artículo. Un abrazo.

    ResponderEliminar